30-05-2022 Nofumadores exige la abolición de la venta de cigarrillos

La organización pide al Gobierno que introduzca el concepto de Generación Libre de Tabaco

30 de mayo de 2022

La asociación Nofumadores.org, con motivo del Día Mundial sin Tabaco, pide al Gobierno la abolición paulatina de la legalidad del tabaco, impidiendo su venta a las próximas generaciones. La presidenta de la asociación, Raquel Fernández Megina, defendió la idea de que “no existe un solo motivo para que un producto tan dañino siga siendo legal ni un día más. La única explicación para ello es la presión de la industria tabaquera y el número de adictos. La abolición de la venta de tabaco, para los nacidos en 2007, nos permite acabar de forma progresiva con un producto manufacturado para ser adictivo y mortal que, de ser inventado hoy, no podría ser legal de ninguna manera”. Nofumadores recalca que la pandemia del tabaquismo, que causa más de 60.000 muertes evitables en España, tiene origen industrial y la tendencia mundial es la abolición progresiva de la legalidad de su venta.

En efecto, países como Nueva Zelanda, Malasia y Dinamarca trabajan ya en la creación de las primeras generaciones libres de tabaco alrededor de 2025, cuando aquellos niños que cumplan la mayoría de edad no podrán comprar tabaco legalmente. La presidenta de Nofumadores afirmó que “La sociedad está totalmente a favor de evitar que las nuevas generaciones caigan en la adicción al tabaquismo, y a sus nuevas formas de consumo, pero no entendería que se prohibiera la venta a aquellos que ya están enganchados. Por ello, la fórmula de acabar con el tabaco por fases es la que
mayor aceptación social tendría”.

 

  • Abolir no es prohibir

Nofumadores defiende el término abolición, mientras que las compañías tabaqueras usan prohibición cuando se trata de control del tabaco para mostrarlo bajo una luz negativa. La presidenta de la asociación argumenta que “la esclavitud de seres humanos, así como el trabajo infantil, fueron legales en su día pero la sociedad las terminó aboliendo por su inmoralidad. Por la misma razón, como sociedad, tenemos que exigir la abolición de la venta de un producto, el tabaco, que, aunque sea legal, es totalmente incompatible con los derechos humanos, al matar a más del 50% de sus usuarios cuando se utiliza de la manera que marca su fabricante”. Nofumadores sostiene que el término abolición refleja de forma más precisa lo que supondría la prohibición de la venta de cigarrillos. “Se trata de liberar a la humanidad del producto legal de consumo más letal. Un artefacto, el cigarrillo que ha causado en el siglo XX, y va camino en el XXI, un sufrimiento imposible de cuantificar y del cual prescindirían, si pudieran, la inmensa mayoría de los adictos. La normalización de los cigarrillos ha causado la muerte prematura de más de 100 millones de personas en el último siglo y ya van 50 millones en el siglo actual”, afirmó Raquel. “La diferencia con otras epidemias, como el Covid, la malaria o la tuberculosis con el tabaco, es que esta última está causada por multinacionales que priorizan el beneficio económico de una élite sobre la salud y la vida humana”.

 

  •  Alcohol y cigarrillos no son lo mismo

La industria tabaquera ha hecho siempre un esfuerzo por equiparar tabaco y alcohol, sin embargo, existen grandes diferencias, como explica el British Medical Journal. El alcohol vuelve adicto únicamente al 510% de las personas que lo consumen. Sin embargo, la nicotina del cigarrillo transforma en adictos al 80% de quienes lo prueban. El argumento principal para abolir la venta de cigarrillos respecto al alcohol es que los primeros son, de lejos, mucho más adictivos y letales. Además, la inmensa mayoría de las personas que fuman desearían no haber empezado nunca. La presidenta de Nofumadores sostiene que “los cigarrillos son mucho más parecidos por su adictividad a la heroína que al alcohol, y nuestra sociedad no permite la venta en estancos de heroína ni de otras drogas similares por su capacidad de enganche. La demanda de cigarrillos proviene principalmente de su adictividad y esa es la verdadera naturaleza que los políticos deben tener en cuenta a la hora de abolir su venta y su transmisión a la siguiente generación”. La asociación crítica que la ubicuidad de puntos de venta y el fallo de ampliar los espacios libres de humo funciona como legitimador social y boicotea los intentos de dejarlo de la mayoría de los fumadores. “Y esto la industria lo sabe muy bien”, concluyó Raquel Fernández. Nofumadores pide a los partidos políticos que comiencen a pensar en el tabaco en términos de abolición y no con los términos que dictamina la industria tabaquera. Por ello, en ciernes de una nueva modificación legislativa de la ley de medidas de prevención frente al tabaquismo, Nofumadores pide al Ministerio de Sanidad que sea ambicioso y que las nuevas medidas que establezca tengan un objetivo claro, un ENDGAME al tabaco para el año 2030, es decir, lograr una prevalencia de consumo inferior al 5%, y que sea la abolición paulatina de la venta de tabaco a las futuras generaciones lo que vehicule esta nueva Ley. Mientras que en la última década varios países han aplicado políticas básicas que recortan el número de fumadores, como un drástico aumento de precio (en España eso se traduciría en una cajetilla a más del doble del precio actual), el aumento de los espacios sin humo que desnormalizan su consumo y el hacer prácticamente imposible para un menor la compra de tabaco, en España llevamos años sin dar pedales a esa bicicleta que se llama “control del tabaquismo” y estamos a punto de caernos: somos el estanco de Europa, nuestros menores siguen accediendo al tabaco a través de unas máquinas expendedoras que deberían ser prohibidas, la falta de vigilancia y sanción por parte de las administraciones autonómicas y locales, las cuales tienen transferidas estas competencias, lleva a que no se respeten espacios sin humo como parques infantiles y zonas al aire libre de recintos hospitalarios, etc. Raquel Fdez. Megina afirma que “eso explica el estancamiento e incluso repunte del número de fumadores mientras otros países han conseguido bajar la prevalencia a menos de la mitad”. Esta década de adelanto que nos llevan otros países posibilita la aplicación de políticas de Final de Partida (ENDGAME) contra el cigarrillo y la industria

 

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