¿Quién es fumador pasivo?

Es quien, sin fumar voluntariamente, respira aire contaminado por humo de tabaco, incluyendo en éste tanto el exhalado por los fumadores que están su alrededor, como por el resultante de la combustión de los cigarrillos.

¿Representa riesgos para la salud ser fumador pasivo?

Sí y muchos. Está científicamente probada la relación entre determinadas enfermedades y la condición de fumador pasivo. La OMS (Organización Mundial de la Salud) considera el aire contaminado por humo de tabaco como un cancerígeno (sustancia que produce cáncer).

¿Qué enfermedades se relacionan con la condición de fumador pasivo?

Afecciones respiratorias, enfermedades cardiovasculares, oculares, varios tipos de cáncer, etc. Mira en la sección «artículos de periódicos» para saber más sobre esto.

¿Hay algún sector de la población más vulnerable que otro a los efectos del aire contaminado por humo de tabaco?

Sí, los niños (incluyendo los que todavía están en el seno materno), ancianos, personas que han recibido un trasplante de pulmón, personas con afecciones respiratorias (asma, bronquitis, EPOC..), patologías oculares (como la ‘sequedad ocular’), alergias, enfermos de todo tipo…

¿Hay estadísticas oficiales en España sobre la mortalidad que causan enfermedades relacionadas con la condición de fumador pasivo?

El Ministerio de Sanidad, aporta datos al respecto en sus informes a las Cortes Generales de evaluación del impacto sobre la salud pública de la ley los cuales están en línea con los estudios al respecto. Así, anualmente mueren en España cerca de 3000 fumadores pasivos según el último estudio publicado un estudio de 2017 dirigido por investigadores de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y la Red de Centros de Investigación en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) De manera desglosada se observa un total de 124 muertes por cáncer de pulmón o de 904 por enfermedades cardiovasculares llegándose a la cifra de 2964 teniendo en cuenta el resto de factores y enfermedades asociadas.

Por otro lado el tabaco causa más de 50.000 muertos anualmente en nuestro país teniendo en cuenta la población fumadora activa. A mayor escala, se estima una pérdida anual de cerca de 70.000 personas a nivel de la Unión Europea según los datos publicados en la página web de la Comisión Europea.

¿Se respetan en España las prohibiciones de fumar de la legislación vigente?

Según un estudio realizado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), publicado en agosto de 2015 se mantiene el cumplimiento generalizado en espacios interiores así como el gran apoyo de los ciudadanos a la ley. Sin embargo, se señala como punto débil el menor cumplimiento en terrazas de los locales de hostelería y en los espacios abiertos de los centros educativos y sanitarios. Así, según el estudio, el 87% de las terrazas visitadas incumplía la prohibición de fumar llegándose hasta el 89% en los hospitales. Así mismo un estudio realizado en la hostelería madrileña por la universidad de Alcalá de Henares a finales de 2016 refleja que en casi un 80% de los locales había signos de consumo de tabaco en sus entradas y en un 95% en sus terrazas., además casi un 80% de las terrazas no cumplía con la normativa que prohíbe fumar en aquellas terrazas con techo y más de dos paramentos laterales.

¿Advierte la industria tabaquera a sus clientes de que el aire contaminado por humo de tabaco afecta gravemente la salud de los no fumadores?

La industria tabaquera se ha caracterizado por ocultar esta información y, en contra de una abrumadora evidencia científica, minimiza los efectos nocivos que el humo de tabaco ambiental tiene entre los que no fuman.

Aparte de los efectos nocivos sobre la salud, ¿ser fumador pasivo presenta otros inconvenientes?

Sí. Los fumadores pasivos están expuestos al mal olor del tabaco, que se impregna rápidamente en la ropa y en el pelo. En este sentido, algunos estudios hablan de humo de «tercera mano» y que estaría formado por los contaminantes provenientes de los residuos del humo presentes en la ropa. Esta cuestión es particularmente importante en aquellas madres o padres fumadores que no fuman en presencia de sus hijos pero que si suelen tenerlos en brazos, por ejemplo. Las colillas, que tantas veces se arrojan al suelo, representan un serio problema tanto de higiene pública como medio ambiental. Son una de las formas más comunes de residuos en nuestros pueblos y ciudades y resultan altamente contaminantes para los acuiferos.

Con frecuencia, los fumadores justifican no dejar de fumar en lugares públicos aduciendo que también los coches contaminan las ciudades. ¿Cómo responder a esto?

No es muy lógico ser consciente de los riesgos de la polución medioambiental y pasar por alto que el tabaco es uno de los productos que más contamina en el ámbito individual, tanto por el humo como por la basura que produce. Por otro lado, en infotabaquismo.com (un servicio de GlaxoSmithKline) se asegura literalmente que «la persona que fuma, al inhalar el humo del tabaco, introduce en sus pulmones unas concentraciones tóxicas 400 veces superiores a las máximas toleradas en las plantas industriales que soportan mayor polución ambiental. La acumulación de monóxido de carbono en el aire espirado por un fumador es entre 30 y 50 veces superior a la de una persona que no fume y viva en una ciudad sometida a unos altos niveles de contaminación atmosférica.» 

En esta pugna entre los que defienden su derecho a la salud y su derecho a consumir tabaco, ¿quién tiene las de ganar?

Indudablemente, los que defendemos nuestro derecho a vivir sin humo de tabaco. Es cuestión de tiempo. Cada vez más países desarrollados se van sumando a la lista de los que prohíben el consumo de tabaco en TODOS los lugares públicos. Hasta ahora los principales países europeos y otros de diferentes partes del Mundo ya han prohibido el consumo de tabaco en estos lugares. Existen numerosos ejemplos, entre los que destacan países como Irlanda, Noruega, Italia, Francia, Reino Unido, Turquía, México, Uruguay, etc.

¿Me podrían resumir los puntos principales de la Ley 42/2010 y qué modificaciones ha introducido en la Ley 28/2005?

El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad ha emitido un documento informativo que responde a esa pregunta.

¿Son seguros los cigarrillos electrónicos y el tabaco calentado? ¿Ayudan a dejar de fumar?

No se ha demostrado ni la inocuidad de estos dispositivos ni su utilidad para dejar de fumar:

INFORME SOBRE LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS: SITUACIÓN ACTUAL, EVIDENCIA DISPONIBLE Y REGULACIÓN (Ministerio de Sanidad) – Evidencia científica sobre los productos por calentamiento – DISPOSITIVOS SUSCEPTIBLES DE LIBERAR NICOTINA