Si bien la lucha contra el tabaquismo debería ser un tema prioritario para las instituciones de la Unión Europea (700.000 muertes en Europa al año, deforestación, contaminación del aire y del suelo, etc.), esta cuestión ha sido ignorada, en particular por la Comisión, que sólo ha retrasado durante varios años y sin ninguna explicación real la revisión de los principales textos en cuestión.

Cada año de retraso en la implementación de estas medidas esenciales es un año ganado para la industria tabacalera y la prosperidad d su mortífero comercio.. Con casi 20 millones de euros gastados al año y más de 200 grupos de presión empleados por la industria tabacalera para influir en las políticas de salud pública en Bruselas, se plantea la cuestión de la permeabilidad de las instituciones europeas.

Con motivo de las elecciones europeas, la ACT-Alianza contra el Tabaco y una cincuentena de organizaciones de salud pública francesas y europeas han firmado un artículo de opinión en Le Monde en el que piden a los candidatos que hagan de la regulación de los productos de tabaco y nicotina una prioridad para la próxima legislatura. Esta es una condición sine qua non para alcanzar el objetivo de una «generación libre de tabaco» para 2040.

Artículo de opinión en Le Monde:

Es urgente que la unión europea recupere su retraso en la regulación del tabaco y los productos de nicotina

ELECCIONES EUROPEAS

Lea el artículo completo en el sitio web de Monde.fr. Descargar en PDF (francés)

Con casi el 27% de los cánceres atribuibles a él, fumar representa el mayor riesgo para la salud prevenible en la Unión Europea. A esto hay que añadir el considerable impacto de su industria en el medio ambiente: deforestación, degradación del suelo, contaminación… Las colillas constituyen hoy el residuo plástico más encontrado en las playas de la Unión Europea.

Sin embargo, a pesar de esta importante cuestión sanitaria, medioambiental y social, a día de hoy el asunto es descuidado por las instituciones de la Unión Europea, en particular por la Comisión, que sólo ha retrasado durante varios años, y sin ninguna explicación real, la revisión de los principales textos en cuestión.

Es urgente que el próximo mandato dé prioridad a este tema que todavía hoy causa la muerte de 700.000 personas al año en Europa.

La revisión de las directivas sobre el tabaco: una importante cuestión sanitaria y social

Dos textos principales regulan la comercialización de productos del tabaco y cigarrillos electrónicos en la Unión Europea son la directiva sobre fiscalidad del tabaco y la directiva sobre productos del tabaco. Fiscalidad, publicidad, presentación y composición de los productos, prohibición de venta a menores… Estos textos son esenciales para la regulación de este comercio mortífero. Sin embargo, su última actualización fue hace más de diez años.

El resultado es que estos textos no están en sintonía con la realidad del mercado desde el desarrollo por parte de la industria de nuevos productos del tabaco y de la nicotina: tabaco calentado, diversificación de los cigarrillos electrónicos, bolsitas de nicotina, etc. Es esta discrepancia la que ha obligado, por ejemplo, a Bélgica y Francia a tener para justificar ante la Comisión Europea su deseo de prohibir los cigarrillos electrónicos desechables en su territorio, aunque su impacto sanitario y ecológico es indiscutible.

Varios temas adolecen de una falta de armonización a nivel europeo y, por tanto, requieren una revisión urgente, en particular la fiscalidad de estos nuevos productos, la regulación de los aromas para vapear o la prohibición de las bolsitas o perlas de nicotina. Igual de grave son otras disposiciones que están en directa contradicción con el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, del que la Unión Europea es signataria. Este es el caso del sistema de trazabilidad de los productos del tabaco, que todavía hoy no es independiente de la industria.

La retirada de la Comisión de Ursula von der Leyen de la lucha contra el tabaquismo

En 2022, la Comisión Europea adoptó el «Plan europeo de lucha contra el cáncer», cuyo objetivo es lograr una «generación sin tabaco» de aquí a 2040, es decir, reducir la proporción de la población europea que consume tabaco a menos del 5%.

La hoja de ruta para su implementación preveía inicialmente una revisión rápida de las dos directivas: en 2022 la relativa a la fiscalidad del tabaco y en 2024 la relativa a los productos del tabaco. Sin embargo, no sólo estos textos no han sido revisados, sino que la Comisión ha publicado recientemente y discretamente una nueva versión de esta agenda en la que la revisión de las directivas se pospone ahora a fechas no especificadas, y esto sin ninguna explicación por parte de la administración europea.

Esta suspensión, o incluso abandono, por parte de la Unión Europea de sus trabajos sobre el tabaco se produce unos meses después de otra renuncia de la Comisión Europea, la de publicar una actualización de una recomendación sobre «Entornos sin tabaco» que se refiere, en particular, a la protección contra el tabaquismo pasivo. Esta retractación de la Comisión Europea y de su presidenta, Ursula von der Leyen, es especialmente preocupante para el futuro de la lucha contra el tabaquismo en Europa.